miércoles, 21 de diciembre de 2011

Una Noche En Belén

Una noche, por las calles angostas de Belén,
golpeando miles de puertas que a su paso se cerraban,
deambulaban dos personas como vos y como yo.
Eran José y María llevados por un decreto, que tenían que cumplir,
montados en un burrito llegaron a obedecer.
María llevaba en su vientre a un niño a punto de nacer.

Mucho era el bullicio que reinaba en el lugar.
¡Mucho era el dolor que tuvo que soportar!
Hasta que la puerta de un humilde mesón le abrió su corazón.
Allí nació, Jesús, Nuestro Salvador, entre el heno,
y animales que le dieron su calor.

El vientre de María se abrió como un blanco Jazmín,
impregnando el lugar y las calles de Belén.
José arropaba al niño con un amor sin igual
a Jesús, al Admirable, Dios Eterno, Príncipe de Paz.

En el campo los pastores mirando al cielo pudieron ver
Un ángel del Señor que los hizo comprender,
que había nacido el Mesías en la ciudad de Belén.
Corrieron, dejando todo y lo fueron adorar.
Mientras un ejército del cielo clamaba a gran voz.
¡Gloria a Dios en las alturas y en la tierra haya paz.

Hoy Jesús dulcemente, va buscando un lugar,
Golpeando puertas y corazones para poder habitar.
Es el lirio de los valles que quiere perfumar nuestra vida, nuestro hogar.
¡No importa cómo nos encuentre! Alegres, tristes, solos o acompañado.
El su vida dio por todos. Y en medio nuestro ahora está,
derramando su fragancia aquí y en todo lugar.
Creamos en El y hallaremos la paz.






 Autora: Laureana
Derechos reservados

viernes, 16 de diciembre de 2011

FRUTILLAS A LA INGLESA, UNA RECETA DE LAUREANA



Mirá lo que podés hacer con estas ricas frutillas
 



  FRUTILLAS A LA INGLESA

INGREDIENTES:
1.      Frutillas
2.      Azúcar
3.      Limón
4.      Recipientes para envasar

ELABORACIÓN
La elaboración comienza en la verdulería al elegir las frutillas del mismo tamaño.
Comenzar lavando las frutillas muy bien, dejándolas mínimo quince minutos en agua.
Luego dejar escurrir en un colador hasta soltar el excedente de agua.
Quita los sépalos u hojas de las frutillas y cortarlas en cuatro mitades.

Colocar en una cacerola por cada kilogramo de frutillas ½ kilogramo de azúcar refinada, aconsejo, azúcar Chanco o Ledesma. Colocar las frutillas y el azúcar juntas en la cacerola.
Cocinar a fuego lento con cuchara de madera revolviendo de manera envolvente, quitar la típica espuma que surge de la mezcla; hacer esto con mucho cuidado sin romper las frutillas.
Después de ver que las frutillas van tomando un color más oscuro, toma una cuchara sopera de metal, tomar una porción y colocar en el frezzer  durante un minuto; esto es para probar el punto mermelada apagar el fuego y coloca gotas de limón de acuerdo a la cantidad por ejemplo si hice dos kilos de frutillas coloco dos gotas de limón.
En este punto procedemos a enfrascar en frascos esterilizados que estén calientes, allí
Envasamos, colocando los frascos 24hs con la tapa para abajo.
Cuando abrimos el frasco debe permanecer en la heladera.













Las Recetas de Laureana

martes, 13 de diciembre de 2011

El Poder Para Ser Libre. Autor Frank Moore

El Poder Para Ser Libres. 

Descubra El Propósito de Dios para su Vida


Un libro escrito por Frank Moore. Es una guía para aquellas personas que tienen una búsqueda del propósito de Dios en sus vidas, como el subtítulo lo sugiere.
Todas las personas ya sean; cristianas o no, desde que nacen tienen el anhelo de llegar a el ¿Por qué? ¿Y para qué? están aquí en la tierra. El autor trata de guiar a éstas, para que puedan hallar la respuesta.

Comienza con un ejemplo: como es el personaje de Indiana Jone, que busca el antiguo tesoro y pasa por diferentes etapas y situaciones hasta llegar a encontrarlo.

Frank,  después de haber usado un material,  el cual llevó a muchas personas a poder contestarse ésta pregunta; sintió la necesidad de transmitirlo y por eso nos presenta esta obra, en la cual plantea un método para alcanzar el Propósito que Dios tiene con el hombre.

Este libro es una ruta de acceso a una vida espiritual organizada, una vida en comunión intima con Dios, en oración y en lectura  de La Palabra, para ir descubriendo el Propósito de Dios para la vida.
Este material propone ser leído en 40 días a modo de devocional.

Otra particularidad de esta obra, es que es de lectura sencilla, muy adecuado para líderes, pastores, que quieran desarrollar este plan en la iglesia como medio de evangelismo o en células, ya que no solo apunta al crecimiento espiritual de cada cristiano; síno que los equipa con la guía del Espíritu Santo, para conducir a Cristo aquellos que  no lo conocen.

La obra hace mucho énfasis en La Persona del Espíritu Santo, como la única fuente que puede impartir santidad; para de esta manera ser obedientes al llamado de Dios; a ser santos; El único propósito que Dios tiene con cada ser humano creado por El.









Comentario: Mirta Raquel Barolo de Acuña

lunes, 12 de diciembre de 2011

La Oración Hace Del llanto una canción

REFLEXION

SALMO 61 1-8
La Oración Hace del Llanto una Canción


En el Salmo 61, encontramos al Rey David huyendo de la revuelta provocada por su hijo Absalón. Podemos observar la actitud de David que en dicha situación, donde el dolor y la desolación del desierto en ningún momento lograron que dejara de buscar a Dios.


“Oye oh Dios, mi clamor; A mi oración atiende. Desde el cabo de la tierra clamaré a Ti, cuando mi corazón desmayare.”
Vrs. 1,2

Podemos ver que la primera palabra que menciona el salmista es clamor y luego oración .La palabra clamor,  va mas allá de un simple pedido. La palabra clamor nos da la idea de gritos o de una voz lastimera que expresa una gran aflicción. Es por esto que el salmista dice: “…Clamare a ti, cuando mi corazón desmayare…”

*El desmayo, el clamor y la oración.

Muchas veces ante la prueba podemos tener la intención de sucumbir bajo la opresión o bajo el dolor, ya  sea física o del Alma, pero como hijas de Dios debemos aprender a clamar para poder orar, aunque nuestros labios estén sellados por la impotencia, el menosprecio, la soledad, las persecuciones o malos tratos. Es allí precisamente donde podemos recurrir a un sencillo recurso que aunque te parezca extraño va a abrir ese cielo de bronce, y ese recurso  son tus lagrimas, humillándose delante de Dios.

El autor Richard Foster en su libro  La Oración, habla acerca de la oración de lágrimas, como un modo de orar. Dios esta viendo la situación por la que estas pasando y es por esto que en su gran misericordia nunca te va a dejar desmayar,¡ todo lo contrario! , vas a sentir en tu rostro sus tibias manos, porque  nadie como El va a secar tus lágrimas, porque para El tus lágrimas, son perlas que brillarán un día en su corona. En el desmayo ora.
No desmayes, ora.

*¿Qué Lugar elegiré para ir a orar?

El Vrs. 2 dice:
                        “Llévame a la roca que es mas alta que yo”…


Aquí observamos que David no se metía en cualquier cueva, él le pedía a Dios que lo llevara a Él.

Muchas veces en la desesperación, podemos recurrir a cualquier lugar, a cualquier persona y esto es muy común en nosotras es el resultado de la desesperación ante la prueba, esto no es clamor.
 La roca más alta de nosotros es Jesucristo.
El Apóstol Pablo dice en 1º de Corintios 10:4b

 “…porque bebían de la Roca espiritual que los seguía, y la roca era Cristo…”.

Nosotras muchas veces en nuestra desesperación recurrimos a nuestro esposo, pastores, alguna amiga, hermanos y resultamos aun mas heridas, porque son tan humanas como nosotros y hasta podes ser inoportuna; porque pueden estar ocupados, agobiados por sus tareas, problemas, pruebas y muchas cosas o quizás tu prueba lleva años y hasta están cansados de tu situación y no vas recibir la respuesta que esperás, todo lo contrario podes salir más lastimada.

David sabía por experiencia que lo único que él tenía para salir de cualquier situación era la oración a   con Dios. Nosotras tenemos a Jesucristo que dio la vida por nosotras, El es la roca más alta, ese es tu escondedero para la oración.


*Quédate dentro de esa Roca

Una Roca alta nos guarda: de los dardos que el enemigo lanza intentado  que tocan tu mente, emociones, sentimientos, intenciones, voluntad y decisiones. Aunque no veas la respuesta inmediata quédate esperando aunque sea larga la prueba. Como David el tiene la seguridad q el va habitar en la misma presencia de Dios, Dice: Vrs. 4
“Estaré seguro bajo la cubierta de tus alas…”

Muchas veces Dios sea comparado como las águilas Det. 32: 11 las alas de las águilas son gruesa y poderosas. ¡Imaginate como son  los brazos de Dios!.



*Tus lágrimas se transformaran en una Canción

Observa  la seguridad que tiene el salmista en ¡Semejante situación! Arrojado de su palacio por su propio hijo, apedreado por sus compatriotas, en el desierto más lejano frió y ardiente, con hambre, sed, pero ni bien  se humilla t clama comienza a ser vivificada su alma. Vrs 4 vivirá para siempre en su tabernáculo, está seguro bajo sus alas. Vrs 5b porque Dios había oído sus votos, le dio la heredad de los que aman a Dios. Vrs 6 añadirá días a su vida, tiene la seguridad que no morirá allí.
Vrs 6 al 8 estará para siempre en la presencia de Dios cantando  al nombre de Dios y pagará sus votos.

Nosotras tenemos a Jesucristo La roca de los siglos pidamos le a El. Todos los días busquemos su presencia y humillémonos, clamemos.
Nuestras lágrimas se transformaran en una canción y cantémosla siempre para que un mundo triste se alegre y regocije en Dios.



Mirta Barolo de Acuña
 



sábado, 10 de diciembre de 2011

CUANDO LA FE VENCE LA VERGÜENZA

REFLEXIÓN

Lucas 8:43-48, Mateo 9.18-26; Marcos 5:21-43.



CUANDO LA FE VENCE LA VERGÜENZA

Este relato nos muestra unos de los más maravillosos milagros que Jesús  obro, cuando estuvo aquí, y que puede obrar hoy en nuestra vida.

Así lo hizo, con una mujer que padecía de una hemorragia desde hacia doce años. Aunque, la situación de ésta era, “muy diferente” a la que hoy podría enfrentar cualquiera de nosotras.

Hoy, hablamos de una menstruación con total libertad, pero, en aquella época según las leyes de higiene, dadas a Moisés en levíticos 15: 25-30, la mujer cuando tenía su ciclo menstrual era considera inmunda.

Todo lo que tocaba en aquellos días: muebles o personas, era declarado inmundo. Al terminar la menstruación debía presentarse el sacerdote y llevar sacrificios a la puerta del tabernáculo de reunión y allí sería purificada.

Todo esto, en situaciones normales; cuando tenía una enfermedad debía presentar sacrificios tras sacrificios y no podía acercarse a nadie. Así se encontraba la mujer que tocó el borde del manto de Jesús.

La vergüenza de doce años que la lleva a Jesús

Lucas y los otros evangelistas, narran el mismo hecho con pequeñas diferencias entre sí, pero coinciden en que el sufrimiento de ésta mujer era tremendo. Doce años, cargó con esta culpa, ignoramos si era casada o soltera, también la edad; lo que sí podemos imaginar era su debilidad, su vergüenza.

Pero esto, la llevo a desarrollar una gran fe, que la acerco a Jesús. ¿Cómo sería su vida? Sin duda alguna que muchas caricias no recibiría, que la soledad y desamparo no habían atado sus manos y sus pies. Ella había acudido a los médicos.

Marcos dice en el Capítulo 5 versículo 26: “Y había sufrido mucho y  de muchos médicos… y había gastado todo lo que tenía y nada le había aprovechado, antes, le iba peor”
(Versión Reina Valera 1960)




La de la oscuridad a la luz

Hay algo que es revelador, y es la actitud de esta mujer condenada a la oscuridad por la ley que regía y la declaraba inmunda por su enfermedad que durante 12 años la había privado de todo; solo el sufrimiento era su compañero  la decepción ante todo tratamiento médico, los otros evangelistas aclaran que sufrió a causa de los médicos, que ella había perdido todo. Pero Jesús vino a traer la salvación para los que estaban condenados por la  ley que era el dedo acusador de Dios sobre el hombre desde la caída
Del hombre en el Paraíso.

Pero Dios en su gran amor envió a su Hijo para morir por los pecados de los hombres y traer esa luz y amistad con Dios; pero pocos creían en Jesús es más era rechazado y de hecho lo crucificaron.

Pero esta mujer tuvo el valor, la fe y el coraje de acercarse a Él.

Veamos como lo hizo.
Dice Lucas en el capítulo 8 v. 44
 “Se le acercó por detrás, y tocó el borde de su manto; al instante se detuvo el flujo de su sangre.”

El temor a ser descubierta fue la que lo llevó a ir por detrás de Jesús, para que éste no la viera. Ella conocía su condición, necesitaba todo el valor del mundo para hacer esto.

 Mateo dice en el Cáp. 9 v21 que la mujer pensó que si tacaba el manto de Jesús seria salva. Es importante destacar esa actitud de pensar que ir detrás de Jesús y a sus pies, es la mejor postura que puede tomar una mujer que necesita algo de El.

 Frente a esta mujer había una multitud la cual la hubiera apedreado, golpeado, pero sin embargo ella tenía la fe suficiente para saber que Jesús podía quitar de ella todo lo inmundo.

 Muchas veces como hijas de Dios a nuestro alrededor aparecen multitudes de problemas, pruebas enfermedades, persecuciones, malos tratos, pero lo hermoso es saber que a los pies de Jesús seremos protegidas, esto es en la oración, la adoración.

Ahora veamos la actitud de Jesús. Si leemos el v45 y 46, Jesús conociéndolo todo, le da la oportunidad de que ella salga a la luz, cuando pregunta: “Quién es el que me ha tocado” y  se arma una confusión con los discípulos. Esta confusión la hace reflexionar de que no quedó oculta y temblando le declaró delante de todo el pueblo por que causa le había tocado y como al instante había sido sanada.
En el v48:” y Él le dijo Hija tu fe te ha salvado, ve en paz.”

La intención de Jesús era no avergonzarla ni enojarse con ella, sino permitirle que ella testificara delante de todo el pueblo, que ya no sufriría más el desprecio, porque estaba sana. Si Jesús no hubiera hecho esto esa multitud no le hubiera creído porque a muchos creían en Jesús; pero estaba los que no creían en Jesús; es mas lo perseguían, ¿Qué hubieran hecho si esta mujer declaraba por su cuenta, sin que Jesús la dejara declarar al pueblo? Lo mas seguro es que de no haber actuado así Jesús, ella hubiera quedado en esa oscuridad, pero Jesús tenía toda la intención de exaltarla para la gloria de Dios.

Esto es lo que nos va a ocurrir a nosotras cuando vallamos detrás de Jesús a sus pies, el hará ver el cambio. El mostrará su obra en nosotras. El es nuestra defensa, nuestro salvador, muchos podrán acusarnos, tratarnos mal, despreciarnos, juzgarnos, pero cuando estamos a sus pies Él nos saca de la oscuridad a la luz.

PARA PENSAR:

Son los sufrimientos, las pruebas, el dolor, la enfermedad; la que muchas veces nos llevan a los pies de Jesús.
Somos sus hijas y Dios se va a glorificar a través de nosotras. Y nos va a sacar a la luz, para llevar esa luz a otras mujeres, que por distintos motivos están en  la oscuridad.
Simplemente entregando un tratado, orando por nuestras vecinas, que no tiene hemorragia de sangre quizás, pero sí muchas lágrimas porque hay algo que les impide ver a Jesús.

¡Que Dios nos Bendiga!





Reflexión: Mirta Barolo de Acuña.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

Cuento "Los Cómplices"

 L

a mañana lluviosa de otoño, el viento que furioso  embiste con perseverancia contra los cristales de mi ventana, los álamos, ya harapientos (todo) trajo a mi mente el recuerdo de Malena; pero no la del  tango, sino la de aquella  amiga que hace ¡Tanto tiempo! no veo.

Malena era una mujer de mediana estatura, cabellos castaño claro, ojos color almendra que siempre miraban al cielo. Ella sostenía la idea; como solía contarme que había una escalera que conducía al cielo, en la cual existían descansos tapizados con suave vellón, para que cuando alguien se cansaba en el ascenso continúo; pudiera descansar y reflexionar al mismo tiempo.

Quiero aclararles que era muy realista y sabía que también había escaleras que descendían, laberintos, caminos, callejones; pero ella pensaba como el famoso psicólogo Enrique Pichon Revière que decía: “no existe el callejón, sin salida. Si se encuentra en uno de ellos debe salir por donde entró” y ella decía: “que cuando alguien caía en un pozo siempre lo sacaban por arriba”.

También pensaba que la escalera al cielo era la santidad, sin la cual nadie vería a Dios. Afirmaba esto con mucha vehemencia y me decía: “Eso lo dice Dios en su Palabra”

 Siempre intuí en ella, un extraño halo de soledad. La conocí en una verdulería haciendo sus compras y yo las mías, a mí se me había caído mi sombrero y ella corrió a buscarlo sin importarle el viento y su monedero olvidado sobre un cajón de verdura, el que cuidé con mucho cuidado. Ese fue nuestro primer encuentro; el otro fue en una biblioteca del pueblo donde viví lo suficientemente como para que alguna tarde; tomáramos un té calentito, en alguna confitería con olor a roble antiguo, como la fragancia que impregna este recuerdo.

Cuando le pregunte a que se dedicaba  con un tono tímido respondió que era una cazadora de imágenes; cosa que sonó muy rara a mis oídos, pero que al mirar sus ojos, tuve la certeza que era verdad. (No me pregunten porque) Me dijo que su esposo era un aprendiz de pintor de cuadros y que ella ya sea con su cámara de fotos o guardando las imágenes en sus ojos; lo ayudada a pintar, solo bastaba el hecho que él mirara sus ojos o las fotografías que ella tomaba; y así podía pintar. Sin ser una profesional; sino por el contrario una ama de casa ¡qué no es una cosa simple! En una de nuestras charlas me contó una  experiencia preciosa, vivida en esto que ella llamaba “cazar imágenes deteniendo el tiempo”. Me contó esta historia con tanta alegría, ignorando que luego su vida pasaría por muchas angustias, traiciones, enfermedades, estafas y pérdidas. (Todo esto en un tiempo muy breve; pero que no lograron vencerla).

Ahora quiero compartir con ustedes esa historia que me contó con alegría.

Relató que una mañana de otoño; venía con sus pesadas bolsas de hacer compras y a unos pocos pasos de llegar a la esquina; la suave brisa introdujo en sus oídos como una fina brizna el sonido de los ejes crujientes de un carro. Ella cansada dejó sus bolsas en el piso y tomó  un pequeño descanso… al  instante vio aparecer un viejo carro tirado por un rocín, viejo pero no por viejo poco encantador, el carro de color azul, hoy diríamos patinado, en realidad estaba gastada por el tiempo, la lluvia y el sol.

Lo conducían dos ancianos, que pegaditos unos al otro apenas sostenían las riendas y por detrás los seguía un perro rengo, de pelaje marrón y blanco;  de andar lento y cansino.
Sus ojos se fijaron en` esa estampa única e irrepetible, el charret con dos seres tan especiales. No solo por la paz que le transmitieron sino por la lentitud de su marcha en medio de un mundo que viajaba a una velocidad impresionante. Donde aviones supersónicos que atravesaban raudamente el cielo; a una velocidad de mil kilómetros por hora y de más también. Las compras en los hipermercados se hacían en patines (por los menos los repositores de las góndolas) o las mujeres que corrían a las altas pilas de  las ofertas del día, del segundo, del minuto o de la hora.

Esa era una estampa digna de ser atrapada y pintada para dejarla grabada en el recuerdo; para que el hombre pudiera saber que un día hubo quietud, pausa, calma e intervalos en el mundo. Que esa imagen dejara ver que los árboles; como el arce, el palo de hierro, sentían la necesidad de  dejar caer sus hojas amarillas, rojizas, marrones para acariciar el rostro de alguien, deslizarse sobre el lomo de un caballo o quedar sobre la lona de un carruaje. Malena se quedó quieta, sin medir el tiempo, simplemente quería atraparlos en sus ojos para que su esposo los estampara en un lienzo.

Los miró hasta que en esa tibia mañana de otoño se perdieron lentamente… calle abajo; dejando la  suave marca que solo puede dejar un esfumino. Malena llegó a su casa; en silencio sirvió la mesa con una tierna sonrisa.  Esteban, su esposo la miraba con los ojos llenos de amor y compasión y le decía: “¡mi vida! ya me voy a poner a pintar. No te preocupes y comé  sé que temés llegar tarde;  por la noche voy a contarte lo que hoy vi en una esquina. ¡Dale! Contame. No, respondió ella, por la noche ¡mi amor! , por la noche. Así comieron y se despidieron con la ternura de siempre.

Malena al marcharse Esteban, podía oír en su casa como en una caracola el sonido de su respiración que rebotaba en  los silenciosos rincones de la pequeña casa.
Esa tarde pensó en esa imagen mientras realizaba las tareas de su casa, por la noche al llegar su esposo, cansado cenó y ella intentó contarle lo que había visto
ese día; pero fatigado por trajín se quedó dormido. Malena apagó la luz, cerró los ojos y durmió. (Sabía que a la mañana siguiente el no estaría a su lado). Así fue Esteban partió muy temprano para el trabajo y ella quedó dormida.

La despertó el antiguo reloj, abrió sus enormes ojos color almendra, se desperezó y salio a caminar por la hierba, pisando hojas amarillentas, marrones, rojizas, se sentó en una piedra junto al arroyo que serpenteaba y cantaba muy cerca de su casa; donde un nogal dejaba caer sus nueces como un gran cuentagotas. La cazadora de imágenes, mojaba sus pies en el agua cristalina que corría serenamente acariciando piedras de todos colores, formas y tamaños; mientras imaginaba los lienzos que su esposo pintaría; en tanto que un jilguero y un gorrión se disputaban unas migas de pan en el húmedo suelo. Luego de este precioso paseo, Malena regresó a su casa a esperar a su esposo.

Muchas mañanas se repitió esta escena.
Una tarde estaba ordenando fotos, eligiendo, paisajes, escenas para guardarlas en una caja de malaquita verde. La persianas de la casa estaban bajas (era el fin de la siesta, algo que para ella era muy importante; porque consideraba saludable dormir siesta y además aseguraba que de esa manera dividía mejor el tiempo)…En ese instante oyó un ruido en la vereda… era el crujido de los ejes de un carro; sosteniendo la caja con cuidado, la depositó sobre la mesa y se dispuso a escuchar con mucha atención.

No era normal,  porque a su casa  la visitaba muy pocas personas y menos a esa hora; con mucha cautela levantó la persiana y llena de alegría no podía creer lo que sus ojos veían, allí estaban ellos: el viejo rocín, el perro rengo blanco y marrón y el charret. Su corazón comenzó a palpitar muy rápidamente, sonreía, frotaba sus manos con ansiedad buscando las llaves, por fin las  encontró y fue a recibirlos. Ellos entraron mansamente y ella los abrazó como se abraza a un gran amigo que durante un tiempo hemos anhelado encontrar. No le importó que la crines del rocín raspara su fina piel y el pelo del perro tuviera algo de espinillas.
 No le importó. (Ella tenía visitas y habían decidido ser retratados por su esposo, solo tenía que atenderlos como se merecían)

Era la hora de la merienda y  al perro le convidó unas galletas de anís que desde los dientes  demoledores despidieron una fragancia que impregnó toda la casa. Al caballo lo invitó al parque y allí comió la tierna hierba, luego de pisar la menta que exhaló su esencia delicada por todo el parque. Malena se sentía feliz.

Cuando llegó su esposo, la miró a los ojos y sonriendo le dijo: ¡Mi amor tenés los ojos con muchas imágenes! A lo que ella murmuró…  pero soy dichosa, no me cansan, solo me llenan de sueños. Ya voy a pintar aseguró Esteban. La cazadora de imágenes secó sus manos en el delantal y acarició el rostro de su esposo y lo besó en la frente, miró hacia el costado y les guiñó el ojo a sus cómplices; que ya tenían nombre, porque esa misma tarde los había llevado al arroyo y había sentido la enorme necesidad de llamarlos por el nombre. Al rocín lo llamó  Blue y al perro Polo. Ellos estaban muy cómodos en el lugar…Esteban y Malena se fueron a dormir y los cómplices también.

El matrimonio ya no se veía; él cada día regresaba más tarde del trabajo porque había muchísima producción, solo se saludaban cuando él llegaba; pero a ella esto no la enojaba; al contrario tenía más tiempo para examinar imágenes y a agruparlas por color, por clase de paisajes: solitarios, poblados, coloridos, con árboles o totalmente desforestados; charlar con Blue y Polo, jugar en el arroyo y guardar imágenes en cajas de plata muy antigua y labradas o en las de su preferencia (las de madera tallada).

La casa era especial; porque estaba diseñada con elementos y formas antiguas y modernas. Desde una lámpara de 1889 a una del 1998, el ropero de los años cincuenta y un tocadiscos de los sesenta, por eso a ella no le molestaba que los pocos vecinos vieran el viejo carro atado en la puerta de su casa.

Malena pasaba mucho tiempo hablando de esto con Blue y Polo aunque ignoraba si a ellos les interesaba o entendían estos de guardar objetos antiguos; como lámparas o cajas de plata, madera o si comprendían  su tarea de cazar imágenes para atrapar el tiempo. Quizás porque intuía que los dos ancianos que conducían el carro aquella mañana eran recicladores de cartón, lata, hierro, bronce, papel.

Muchas veces los acariciaba y les preguntaba por sus amos. Blue solía agachar su cabeza dejando caer su flequillo sobre sus ojos romboidales color turquesa, desde donde se deslizaba una lágrima y era en estos momentos que ella pensaba que sus amos no habían muerto, de ser así ellos estarían en la puerta del hospital o en otro sitio; entonces lo acariciaba y sentía el temblor del cuerpo del animal recibiendo esa caricia que borraba todo un tiempo de sufrimientos, duros trabajos bajo la lluvia, el sol y el viento. En cuanto a Polo la relación era más estrecha, a él le gustaba echarse junto a la vieja estufa de leña, jugar corriendo carreras ganándoles a las nubes en las siestas, Jugando a la rayuela, en las piedras del arroyo, donde Malena saltaba de la tierra al cielo y del cielo a la tierra; era un juego que le a ayudaba a mantener el equilibrio; porque muchas veces se olvidaba que estaba en la tierra; con tantas imágenes y tantos sueños y otras peligraba olvidarse del cielo.

Cierto día, Malena estaba haciendo las cosas de la casa con alegría y colocó en el viejo tocadiscos un disco  larga duración con himnos evangélicos del cantante Nazareno Gary Moore; noto que Polo gemía y ella con una amplia sonrisa le dijo  que apostaba que lo había escuchado en la puerta de algún templo y Polo movió su cola, ella bailaba y él la seguía por toda la casa.

 En otra oportunidad, Blue estaba muy inquieto, iba al arroyo y volvía, salía al jardín y comenzaba a comer rosas y no hacía caso de los (no enfáticos de Malena) no discriminaba nada, le gustaban las rosas blancas, las matizadas, las amarillas, las rojas, pisaba las lavandas y cuando volvía del arroyo todo mojado ensuciaba la casa. Otra día lo encontró husmeando los libros y Malena con angustia le llamó la atención, cosa que parece haberle dolido mucho a ambos; habían aprendido a convivir, eran cómplices en la soledad, el abandono, las risas, los juegos; pero tenía que ponerles límites de lo contrario le iban a romper la casa.

Una mañana, Malena  miraba por la ventana como se esfumaban unas nubes rosaditas como la piel de un bebe. De pronto oyó el ladrido alegre de Polo y unas corridas por el parque; se asomó por el ventanal que daba al arroyo… y ¡Oh sorpresa! En el parque pudo ver un gran círculo, como la pista de un circo. Saltó de la cama y salió a ver que ocurría, era Blue que con ramas, madreselvas, jazmines y ramas con nueces del antiguo nogal; se había hecho algo semejante a una pechera de circo y daba vueltas y vueltas elevando su cola como un plumero.

Malena lo miraba asombrada porque un rocín es un caballo tosco y de trabajo; pero a Blue eso no le importaba; el también tenía sueños y sabía que a Malena no le molestaba que ellos soñaran. Ella con serenidad se unió a ellos y por momentos vio que Blue  recuperó parte de su juventud y Polo ya no cojeaba tanto. Totalmente convencida les dijo que los sueños son los que nos dan juventud y belleza.
Ya cansados de jugar se fueron al arroyo.

Por la tarde ella comenzó a pensar que Esteban tenía que plasmar a los cómplices en un lienzo; por la noche cuando llegó se lo dio a entender; pero éste se retiró a dormir sin siquiera hacer un bosquejo. Malena, muy triste y muy cansada hizo lo mismo.

Durante varios días se mantuvo en silencio, su andar era lento y su relación con Esteban era distante, ya casi ni se saludaban; él lo único que hacía era mirar los enormes ojos color almendra, tocarle la nariz con mucho amor y sonreírle; ella no podía distinguir si le sonreía a ella o las imágenes que contenían sus ojos; por eso permanecía quieta, callada y solo rompía el silencio de la casa con un profundo suspiro.

Pasado un tiempo,  desde su cama miró hacia la biblioteca y vio a Blue que con el hocico estaba sacando los libros de los estantes, ella se acercó vencida por el cansancio; lo acarició, acomodó los libros y giró para mirar a Polo. Este dormía como profundamente con el cuerpo pegado a la estufa a leña.
De entre los libros viejos que ella coleccionaba, cayó un Jazmín que perfumó toda la habitación. Malena cerró los ojos y recordó el pacto donde el jazmín estuvo presente, parecía mentira; pero ese aroma  abría la puerta aun recuerdo, (una nueva imagen apareció) evocaba su época de estudiante hubiera ingerido una  infusión mágica. Se sintió mejor, desayunó y se dijo a si misma; en voz alta, que no se podía organizar una casa, una vida, con un caballo y un perro  adentro.

Levantó la persiana y comenzó a separar las hojas amarillentas de lo que era o había sido una carpeta. (Apoyada en la mesa olía y deslizaba sus manos sobre las hojas) fijó sus ojos en el almanaque como quién mira el horizonte desde la orilla del mar y se pierde en un ensueño. Así se instaló en una esfera luminosa y lejana; donde nadie pudiera encontrarla; un lugar a donde ni su propia sombra pudiera seguirlas.

(Ignoró el tiempo que transcurrió) Se que en un momento la despertó un ruido en la calle y sobresaltada abrió la ventana y un viento helado golpeo su rostro y escuchó el crujir de los ejes de un carro y el crash…, crash… de las patas de un animal en la calle escarchada. Desesperada salió a la calle y vio como partían  sus cómplices;… despacito marchaban calle abajo, tuvo la intención de llamarlos, pero solo atinó a cubrirse y secar sus lágrimas, apretando sus labios dijo: Blue, Polo, mis cómplices, mis amores, nunca voy a saber si fuimos  prisioneros o fugitivos de un cuento. Entro en la casa, salió al parque, fue al arroyo todo estaba congelado como en una fotografía se congela el tiempo. Dentro de la casa quedó un manuscrito sobre la mesa.

Aquí termina ese relato que Malena me contó con alegría. Después de un tiempo me marche del pueblo; pero por período nos carteamos y nos llamábamos por teléfono, hasta que no supe más de ella, quizás aun continúe cazando imágenes o esté prisionera o fugitiva en un cuento.








Autora: Lareana
Derechos Resevados

viernes, 18 de noviembre de 2011

Cuando oramos le damos lo mejor a Jesús y lo mejor de Jesús a los que lo necesitan.

Reflexión

S. Lucas 10:38-42(Biblia Reina Valera 1960)


Cuando oramos le damos lo mejor a Jesús y lo mejor de Jesús a los que lo necesitan.

“Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa.
Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies, oía su palabra.
Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude.
Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas.
Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.”

Como vemos en este relato, Jesús se encuentra en la casa de dos hermanas; María y Marta.
Todo el ambiente nos da a entender, que era muy amigo de esta familia. En lo que muchos comentaristas no se ponen de acuerdo, es porque no estaba con los discípulos; pero en otra oportunidad Jesús ha estado a solas; por ejemplo con la mujer samarita, relatada en
S. Juan 4. Es necesario aclarar esto, porque destaca la manera en que Jesús trataba con las mujeres, que en época eran tan discriminadas, nunca podían estar cerca de un maestro de la ley. Vemos que Jesús rompe con esta estructura religiosa.

Lo cierto es, que Jesús estaba con estas dos hermanas, Marta que era muy laboriosa, casi con ansiedad por servirlo de la mejor manera, y María por estar recibiendo la enseñanza a los pies de Jesús.
Marta, como vemos en el versículo 40; lleva más que una queja, hace un reproche a Jesús diciendo: “Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola?...” y seguidamente viene la orden a Jesús. Dice: “dile pues que me ayude…” Aquí vemos cierto grado de confianza.

Lo más conmovedor es como le responde Jesús a Marta; él le dijo: “Marta, Marta afanada y turbada estas con muchas cosas”. Si bien Marta estaba airada, Él la lleva a una reflexión de lo que significaba estar con Él, de la manera que Él quería y lo que le agradaba, y se lo hace saber a través de una respuesta impregnada de ternura: “pero solo una cosa es necesaria y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.”

¿Cómo nos dirigimos a Jesús?

Sabemos que ser mujer es la condición más preciosa que Dios nos ha dado, ya sea como: amas de casa, pastoras, médicas, maestras, abogadas, relacionista públicas, solteras, casadas.
Pero debemos saber que somos diferentes, cada una conlleva un perfil, un determinado carácter determinada manera de hacer las cosas, una somos más activa y otras más pasivas. Pero cuando nos dirigimos a Jesús y le servimos debemos hacerlo de la manera que es Él le agrada, (versículo 42) dice: “María ha escogido la mejor parte la cual no le será quitada”.

La buena parte es estar a sus pies:

Observamos, que en ningún momento Jesús elogia el carácter de María, sino; que elogia la actitud. Tampoco condena a Marta, sino; que la hace reflexionar, cuando le dice:
“Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas.”

¿Cuántas veces nosotras nos vamos a encontrar en una situación igual?
Queremos servir al Señor y a la vez no nos dirigimos bien a Él y a los demás porque estamos nerviosas. Tenemos: la cocina llena de cacerolas, nos movemos en un sendero de medias tiradas, toallas húmedas; nos ilumina un sol pálido, a la vez, queremos estar presentables para nuestro esposo, que nos dejan determinadas tareas.
Ellos también nos dicen, por ejemplo: compra la canilla, fíjate que se quemó la lámpara de afuera, mira que aquella planta le falta agua…
Ah!!! No te olvidés que viene el hombre que corta el pasto y que ponga todo en una bolsa y que deje todo prolijo, llama al municipio y pedí que retiren las ramas de la calle…
¡Y de repente! te mira y con piedad te dicen: ¡Pobrecita! ¿No te hiciste la tintura? Te dan un beso en la frente y se van a trabajar.


Es natural que muchas veces estemos afanadas y turbadas, eso hace que nos dirijamos a Jesús de la misma manera que lo hizo Marta, nos quejamos, le damos órdenes, como por ejemplo: ¡Señor… hace callar a ese perro!!! ¡Escucha a la vecina, el volumen con que escucha esa música me está perforando los oídos!!!Justo que yo quería descansar, Señor! ¡Hace que se corte la electricidad!!! No te asustes. Son reacciones meramente humanas.

En estas situaciones es cuando comenzamos a alejarnos de la oración; porque cuando reaccionamos sabemos que el enemigo todo el día está culpándonos (Apocalipsis 12:10) y no solamente que lo sentimos; sino que nos lo hacen notar diciéndonos: ¿y vos sos cristiana? esta culpa nos trae enojo y el enojo es el mayor de los tropiezos, para la vida de oración. Pablo dice: que no se ponga el sol sobre vuestro enojo, resistid al diablo y éste huirá de vosotros.

En estos momentos es donde debemos humillarnos, y recordar que la buena parte es escoger estar a los pies de Jesucristo. Él nos va a tratar con la ternura que trato a Marta, nos hará reflexionar, a través del toque del Espíritu Santo; tendremos un precioso encuentro
que nos mostrará el camino a seguir. Quizás nos haga falta orar con nuestros esposos, si son cristianos, y delegarle lo que a ellos le corresponde.

Muchas veces tenemos la tentación de hacer el trabajo que otros tienen que hacer, porque cuando nos ven activas es cuando más trabajo nos dan; pero cuidado podemos agotar nuestras fuerzas para las épocas como la que ahora estamos viviendo donde se necesita mucha oración hay personas que está sufriendo en hospitales, otros en las calles olvidados, otros ignoran el flagelo de la gripe A por ejemplo.

No podemos ignorar que esto nos trae más tensión en nuestro hogar, hay más cuidados que antes necesitabas y necesitas las fuerzas y estas se encuentran a los pies de Jesús.

A los pies de Jesús hay frutos

Vivimos en una sociedad, totalmente amargada, desanimada, enferma de ambiciones y poder que necesitan conocer a Jesús, recibir la salvación de su alma, la violencia ocupa todas las calles, los hogares incluso cristianos. Personas totalmente desprotegidas que necesitan los frutos que nos provee Jesús a través del Espíritu Santo y esto ocurre en la oración, allí es donde recibimos lo mejor de Jesús y podemos darles lo mejor de Jesús a todos los que lo necesitan. Pero los frutos deben estar en nosotras (Gálatas 5:22-23) Dice: “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, fé, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley”.
En esta relación con Jesús, seremos restauradas y la Imagen de Jesús se verá en nosotras.

PARA PENSAR:

Muchas veces por falta de oración ¿has notados que nada podemos aportar es esta sociedad, que vive sin Dios?
¿Reconocemos delante de Jesucristo que estamos casi en el umbral de su segunda venida?
Argentina, está sufriendo problemas económicos, tuvimos el flagelo del dengue, ahora la gripe A.
Sentarte a los pies de Jesús, tendrás demandas ¿estamos preparadas para socorrer a los necesitados? Acercar un tratado, orar por los que están trabajando en lugares donde la gripe A está haciendo estragos. ¿No crees que la oración debe ocupar el primer lugar al abrir los ojos cada día, y recibir la ternura de Jesús, las fuerzas?

Quizás no puedas estar en medio de esa actividad por diversas situaciones pero hay un lugar que nadie te puede quita y es estar orando, clamando porque hay mujeres que están dando a luz en lugares donde hay gripe A y esto me recuerda una frase que dijo Jesús en, Mateo 24:”más ¡ay de las que estén en cinta, y de las que críen en aquellos días…”.

Amada hermana oremos por nuestra Argentina, tomemos de las manos aún a distancia física y tomemos en nuestros corazones lo mejor de Jesús y brindémosle a los que no lo conocen lo mejor de Jesús. La Salvación...












Mirta Raquel Barolo de Acuña.

viernes, 11 de noviembre de 2011

QUE UN AROMA DE FLORES TE ENVUELVA

A pesar de la distancia la brisa puede traer en sus manos diáfanas, la fragancia de flores que a cada uno de nosotros nos recordará distintos momentos, calidos, tristes, alegres. A mi me traen las flores y hierbas aromas de mi infancia.

A La Nanita Nana Por Coro De Niños

jueves, 10 de noviembre de 2011

Amor en plenitud.

Jesús, amigo tierno, grande es
mi angustia Tú los sabes bien,
muchos mis dolores, mi temor también.
Quiero siempre tu presencia cálida poder disfrutar,
cuando a ti clamo con gran necesidad.
 
Por eso hoy te escribo esta oración,
por todas las tardes que me visitas
y me traes tu paz, esas manos tiernas
puedo yo sentir secando mis lágrimas y
con tu dulce voz decir La Palabra
y convertir en alabanza mi gemir.

Me  enseñas a cantar en el dolor.
Y aunque muchas veces caigo en desesperación;
me ayudas a recuperar la paz.
A comprender que Tú eres mí amigo fiel;
que Tu guardas en paz a todos los que
en ti confían.

Hoy quiero agradecerte en esta oración.
Decirte ¡te amo tierno Jesús! , claro manantial,
luz matinal, amigo fiel, Amor en plenitud.





miércoles, 9 de noviembre de 2011

Dulce Adoración

Mi amado Jesucristo
para adorarte
con toda devoción
un silencio profundo hace
mi corazón, para oír del Espíritu
Santo su dulce voz.

Que su canto inunde mi ser
y suba fragante mi adoración
a tu trono sublime trino Dios.

Dulce adoración, impregnada
de amor; de impartida Santidad.
Nace la adoración,
Cuando mi alma se postra ante ti
Señor y mis labios musitan
Santo, Santo, Santo, trino Dios.


martes, 8 de noviembre de 2011

UNA GRAN COMPETENCIA


Competir es maravilloso, mirá con atención estos perros y gatitos, como verás hay cuatro gatitos y tres perritos, tirando de una soga¿ Cuál será el secreto de competir? Cuál será el propósito?
En mi opinión lo importante es jugar, competir. No importa si no ganamos. Otra opinión es que la competencia debe ser pareja sin sacar ventajas.

Paisaje de Neuquén

Un paisaje que nos traslada a la contemplación de las bellezas creadas por Dios; para nuestro descanso en un mundo que nos quiere llevar no por un camino sino por una carretera que solo nos aleja de EL

EL SAPO PEPE, POR ADRIANA

lunes, 7 de noviembre de 2011

A una niña

Hace un año, ha venido al mundo
una niña que le llaman Emma.
Es como una ardillita, dulce
suave, tierna.
Que trepa placares,
juega con la ropa de su abuela
está descubriendo el mundo Emma.

Para ella Dios me regalo
este poema,
para decirle: ¡Que la vida
es bella!

Cada día abrirá un paquete
con un regalo
un dia será un trompo
de muchos colores,
un osito, una muñeca.
Entonces ira creciendo
con el cariño de todos.

Tiene una abuela que
tejerá sus trenzas
para ir a la escuela.

Saldrán por las tardes
a correr carreras,
ganándole a las nubes
blancas y viajeras.

Emma, es mi gran deseo
que tu alma de niña huela
a madreselvas;
que impregnes al mundo
con fragancias nuevas.