miércoles, 21 de diciembre de 2011

Una Noche En Belén

Una noche, por las calles angostas de Belén,
golpeando miles de puertas que a su paso se cerraban,
deambulaban dos personas como vos y como yo.
Eran José y María llevados por un decreto, que tenían que cumplir,
montados en un burrito llegaron a obedecer.
María llevaba en su vientre a un niño a punto de nacer.

Mucho era el bullicio que reinaba en el lugar.
¡Mucho era el dolor que tuvo que soportar!
Hasta que la puerta de un humilde mesón le abrió su corazón.
Allí nació, Jesús, Nuestro Salvador, entre el heno,
y animales que le dieron su calor.

El vientre de María se abrió como un blanco Jazmín,
impregnando el lugar y las calles de Belén.
José arropaba al niño con un amor sin igual
a Jesús, al Admirable, Dios Eterno, Príncipe de Paz.

En el campo los pastores mirando al cielo pudieron ver
Un ángel del Señor que los hizo comprender,
que había nacido el Mesías en la ciudad de Belén.
Corrieron, dejando todo y lo fueron adorar.
Mientras un ejército del cielo clamaba a gran voz.
¡Gloria a Dios en las alturas y en la tierra haya paz.

Hoy Jesús dulcemente, va buscando un lugar,
Golpeando puertas y corazones para poder habitar.
Es el lirio de los valles que quiere perfumar nuestra vida, nuestro hogar.
¡No importa cómo nos encuentre! Alegres, tristes, solos o acompañado.
El su vida dio por todos. Y en medio nuestro ahora está,
derramando su fragancia aquí y en todo lugar.
Creamos en El y hallaremos la paz.






 Autora: Laureana
Derechos reservados

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